Árbol plantado junto a las aguas

Alguien que confía en el Señor no sólo bebe de las aguas vivas, sino que también extiende sus raíces, es decir, se profundiza en el conocimiento de Cristo Jesús y de Su palabra. Quien más confía en el Señor es quien más busca conocerlo. Alguien así no se conforma únicamente con venir a la reunión. Por apreciar tanto la palabra profetizada, quiere profundizar más, yendo a la Biblia, orando y "rumiando" lo que fue hablado en la reunión.
Quien extiende así sus raíces, no teme cuando viene el calor, cuando vienen los sufrimientos. Una traducción de la Biblia en español define mejor la condición del hombre que profundiza sus raíces en el Señor: él no verá cuando viene el calor, es decir, estará tan suministrado por el Señor que no tendrá conocimiento del sufrimiento (Jeremías 17:8). Las personas a su alrededor pueden decir: "¡Qué situación difícil! ¡Cuántos sufrimientos están pasando!" Pero él no lo ve ni lo siente, pues el disfrute de Dios es mucho mayor que cualquier sufrimiento.

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