Un tallador talentoso

Años atrás en África, se descubrió un diamante del cual se comprobó que era el mayor de la historia. La piedra era tan magnífica que los colonizadores trataron de enviarla inmediatamente a un tallador de renombre en Ámsterdam. La piedra debería ser preparada para adornar la corona del rey de Inglaterra.
Examinando la piedra, el tallador solicitó tiempo a los enviados británicos. Quería estudiar cuidadosamente el caso para descubrir cómo transformar mejor el diamante en una maravilla de arte humano. Un día, tomando la piedra preciosa, la partió en dos. Si viésemos su procedimiento nos quedaríamos indignados, cómo un tallador de tanta fama podría destruir la piedra que se´ria del rey...
Pero la mirada experta del tallador descubrió cristalizaciones y líneas de corte en el diamante, que al ser exploradas darían unos efectos bellísimos y además un brillo intenso a la joya final. El golpe no fue un error. ¡Fue el golpe de un maestro de la talla!
A veces, osamos pensar que el Dios del Universo es inexperto, por permitir que nos sobrevengan ciertos sufrimientos y golpes que nos hieren. No nos dejamos dominar por esa visión limitada. Los minuciosos sufrimientos humanos demuestran que somos la joya más preciosa del universo a los ojos de Dios. Tan talentoso Tallador no se equivocará jamás en la hechura final de Su obra maestra.

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