Creer para recibir

C. H. Spurgeon fue un evangelista americano famoso. Cierta vez, mientras hablaba a sus alumnos con respecto a la oración, uno de ellos le preguntó, cómo se podía saber si las oraciones eran respondidas. Entonces, Spurgeon sacó de su bolsillo un reloj de oro y lo colocó sobre la mesa diciendo que quien lo deseara podría llevárselo.
Todos los alumnos quedaron perplejos. Unos, simplemente no podían creer que un reloj tan bonito podía ser dado de esa manera. Otros comentaban:
- Si yo quiero tomar el reloj, y él decide tomarlo de nuevo, ¿no me quedaría desconcertado?
Mientras tanto, otros decían:
- ¿Y si de repente cambia de opinión?-
En ese ínterin, una muchacha se dirigió al señor Spurgeon y le dijo, muy resuelta:
- Yo lo quiero-
- Tómalo, pero ten cuidado de mantenerlo siempre en buen estado-
y concluyendo, añadió Spurgeon:
- Cuando yo dije que daría el reloj realmente hablé en serio. ¿Por qué no me creyeron? Miren bien: lo que Dios nos desea dar es algo mucho más precioso que el reloj- El nos quiere dar a Su propio HIjo para ser nuestra vida. Entonces, ¿si Dios quiere dárnoslo, por qué estamos vacilando en recibirlo?


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