Siempre admiré a las personas detallistas; aquellas que realizan las
tareas de manera casi perfecta.
Son personas de buen gusto, que tienen
paciencia para volver a hacer un trabajo dos, tres o más veces si es
necesario; son las que sienten gran satisfacción cuando terminan un
proyecto.
En verdad, por más sencillo que sea el trabajo, debemos hacerlo de la
mejor manera posible.
Si ponemos amor en aquello que hacemos, habrá una
diferencia muy grande en el producto de nuestro trabajo.
Una vez, un cantante famoso fue invitado a dar un concierto a
beneficio de los Veteranos de la Primera Guerra Mundial.
El Presidente
de la Comisión que lo invitó, le dijo:
-
Será una presentación benéfica. Por eso, no esperamos que presente un
gran concierto. Su nombre es suficiente para atraer a las multitudes.
Le aconsejo canciones simples, que no le exijan gran esfuerzo a su voz.
El cantante se sintió ofendido y respondió:
- No me contento con hacer menos de lo mejor que puedo hacer.
Es nuestro deber sacar el máximo provecho de nuestros dones y
oportunidades, y cumplir fielmente y de la mejor manera cualquier tarea,
sea grande o pequeña.
Dios también espera que hagamos lo mejor, no
importa cuál sea la obra que tengamos entre manos.
Creo que conoces la historia de José, aquel joven que fue vendido a
los mercaderes ismaelitas por sus hermanos.
Aunque pasó por muchos
problemas, nunca entró en pánico.
Preso en la cárcel como un esclavo en
Egipto, mantuvo el autocontrol y el coraje.
Otros, en su lugar, se
habrían rebelado, se habrían deprimido o habrían muerto.
Pero el
carácter de José había sido educado para hacer lo mejor mientras
esperaba que el futuro llegara.
Esa manera de ser de José lo llevó a
ocupar el puesto más alto en tierra extraña.
Tú tienes la vida por delante.
Colócate el propósito de realizar la
mejor manera todo lo que te venga a las manos por hacer.
Dios te
bendecirá, así como bendijo a José.
Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre
poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. (Mateo 25:21)
Historias Inolvidables. Editorial APIA
Fuente: www.renuevodeplenitud.com
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