La ciencia médica es categórica al afirmar que la gratitud crea endorfinas
en el cuerpo humano y que estas son la mejor vitamina para el sistema
inmunológico.
Agradecer no es solo un acto de adoración, sino también de
autoprotección.
Cuando tú le agradeces a Dios por el nuevo día, tu mente y tu corazón se abren a una nueva dimensión de vida.
Cuando tú le agradeces a Dios por el nuevo día, tu mente y tu corazón se abren a una nueva dimensión de vida.
Después de
agradecer, tú estás en condiciones de ver puertas y ventanas abiertas,
donde antes solo veías muros.
Aparecen puentes, donde solo encontrabas
ríos caudalosos. El humanismo llama a eso “un cambio de actitud”.
Todas las mañanas, cuando estoy en Brasilia y me dirijo a mi oficina, veo el sol nacer.
Todas las mañanas, cuando estoy en Brasilia y me dirijo a mi oficina, veo el sol nacer.
Se refleja esplendoroso en las aguas azules del lago Paraná.
Mi corazón se llena de gratitud por estar vivo. Nunca vi nacer el sol
más bonito que en Brasilia, a no ser en la sabana africana.
Dan ganas de
gritar: “Gracias, Señor, por tanta belleza!”
Esa expresión de gratitud
es como si tomase un comprimido de optimismo para enfrentar los desafíos
del día.
Prueba comenzar hoy el día alabando al Señor.
Prueba comenzar hoy el día alabando al Señor.
Contando
las cosas que recibiste de las manos del Creador, aunque pienses que
todo anda mal en tu vida, aunque sientas que el dolor toca a la puerta
de tu corazón, aunque aparentemente no tengas motivo.
Es preciso educarse para cultivar una actitud de gratitud.
Es preciso educarse para cultivar una actitud de gratitud.
El pesimismo es como el
cáncer. Comienza contaminando una célula y no para hasta destruir el
cuerpo entero.
Un corazón pesimista está condenado al caos. Las obras de
la autocompasión te envuelven de modo que eres incapaz de ver la luz en
pleno día.
Cuando David escribió este salmo, acababa de ser libertado de sus adversarios.
Cuando David escribió este salmo, acababa de ser libertado de sus adversarios.
Reivindicado de todas las acusaciones que
levantaban contra él, el salmista se dirigió al templo y en la presencia
de la multitud, agradeció a Dios.
Haz de este día un día de gratitud. Alaba al Señor porque él es grande.
Haz de este día un día de gratitud. Alaba al Señor porque él es grande.
Alábalo porque tú estás
vivo y mientras hay vida, nada está perdido.
Alábalo, aunque las
circunstancias sean adversas.
Di con el salmista: “Yo alabaré a Jehová
en gran manera con mi boca, y en medio de muchos le alabaré”. (Salmo 109:30)
Fuente: www.sitiodeesperanza.com
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