“Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente”. (Jueces 6: 12)
Sin
duda la desobediencia a Dios siempre nos mete en problemas, desobedecer
a Dios es hacer lo contrario a lo que dice su Palabra, el pueblo de Israel era un profesional para la desobediencia y hoy en día muchas veces por no decir siempre, no hay mucha diferencia en cuanto a esta cualidad en la Iglesia.
Ahora bien, en la época de los jueces
sucedía algo que se le llama: “el círculo vicioso de Israel” que se
refiera a la actitud viciosa del pueblo de Israel, ya que estos se
alejaban de Dios, eran cautivos por sus enemigos, luego se arrepentían,
Dios los libraba y al tiempo volvían a alejarse de Dios y así
sucesivamente.
En este episodio Dios había entregado a Israel en las manos de los madianitas puesto que el pueblo
había decidido hacer lo malo ante los ojos de Jehová (Jueces 6: 1),
pero Dios siempre era movido a misericordia al ver la aflicción de su
Pueblo y levantaba de entre ellos a un Juez que era el caudillo que
liberaba al pueblo.
En esta ocasión Dios quería usar a un
hombre que al igual que muchos de nosotros jamás nos imaginamos
enrolarnos en el ejercito de Dios, pero Dios no ve lo que los hombres vemos, sino que Él ve mas allá del ojo humano.
Posiblemente Dios te ha escogido a ti
para ser un caudillo, un juez, en medio de tanta gente que se ha olvidado
de buscar en serio a Dios, quizá tu digas: ¿Pero yo qué puedo hacer?,
posiblemente en muchas ocasiones has dudado de tus capacidades para
desempeñar cierto trabajo, pero en esta hora quiero decirte que Dios ve las cosas que no son como que fueran.
Si examinamos detenidamente lo que
Gedeón estaba haciendo antes de ser llamado por Dios, nos vamos a dar
cuenta de que está con una actitud de temor hasta cierto punto, ya que
estaba escondido realizando un trabajo para evitar el robo que podían
realizar los madianitas, en pocas palabras estaba en una actitud de
acomodo a la opresión que realizaba el enemigo.
Muchas veces, al igual que Gedeón,
nosotros estamos tan acomodados a que los madianitas vengan y roben
nuestra bendición, por lo que hacemos cosas a escondidas para tratar de
preservar algo y con esa actitud de acomodo a la opresión nos estamos
perdiendo de muchas bendiciones.
Por un momento Dios ve, no al Gedeón que
estaba escondido, con temor y acomodado a la opresión, sino a un hombre
valiente y esforzado, pues el verso doce lo testifica: “Y el ángel de
Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y
valiente”.
Qué lindo saber que pese a nuestros
errores, temores o acomodos, Dios no nos ve como somos, sino como vamos a
llegar a ser cuando nos tome en sus manos.
Te aseguro que por la mente de Gedeón
jamás pasó la idea de poder ser un caudillo que liberara a su pueblo,
mucho menos pensar que iba a ser un Juez e iba a formar parte de la
historia a tal punto de que su nombre sonara entre los nombre de los hombres de Dios.
Así mismo, Dios quiere enseñarte y
enseñarme que Él puede hacer cosas que nuestra mente finita no alcanza a
entender, Dios quiere usarte de sobre manera, Él quiere hacer de ti lo
que tu jamás pensaste que podías hacer, el quiere sacarnos del acomodo,
del escondite y del temor que nos invade en la vida cristiana.
Es hora de entender que si Dios te ha
llamado, es porque va a hacer algo grande en tu vida, posiblemente no lo
entiendas pues ves tus capacidades limitadas, pero el Dios que te llamó
es quien te capacita y el Dios que te capacita es el que te respaldará
en la obra que te va a encomendar.
Dios jamás te llama sino es porque puedes ser un arma súper poderosa en sus manos.
Autor: Enrique Monterroza
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