“Cantaré a Jehová,
Porque me ha hecho bien”. (Salmos 13: 6)
Se dice que cuando el ser humano está
feliz hace una de dos cosas: silba o canta.
Igualmente tu no me dejarás mentir que cuando estamos en un estado de ánimo positivo reaccionamos de esta manera, ahora bien la pregunta seráa, ¿Qué motivo encontraba David para Cantarle a Jehová?
Igualmente tu no me dejarás mentir que cuando estamos en un estado de ánimo positivo reaccionamos de esta manera, ahora bien la pregunta seráa, ¿Qué motivo encontraba David para Cantarle a Jehová?
El Salmista David encontraba en el
argumento de que Dios le había hecho bien un motivo para cantar. David
era un hombre conforme al corazón de Jehová y una de las razones de que
esto fuera así era la vida de alabanza y adoración que David mantenía
delante de Dios.
Ahora yo te pregunto: ¿Qué ha hecho Dios por ti?
Amado hermano, cada día tenemos que
reconocer que la misericordia de Dios nos mantiene, y por ende, el
resultado nuestro tendría que ser una vida de alabanza.
Muchas veces somos tan desagradecidos
que lejos de cantarle a Dios por lo bueno que ha sido con nosotros
dándonos vida, comenzamos a quejarnos de cosas mínimas y que muchas
veces no tienen importancia, pues son vanas.
Como hijos de Dios tenemos que ser
agradecidos. Alabarlo, adorarlo, exaltarlo tendrían que ser reacciones
diarias en nuestra vida, lastimosamente la mayoría de nosotros cuando
cantamos lo hacemos nada mas por emitir un sonido o melodía con nuestra
boca, pero las palabras que de ella salen muchas veces no son
comprendidas.
¿Sabes? A veces buscamos que poderle dar
a Dios, si bien es cierto que al dar nuestras ofrendas y diezmos lo
agradamos, no tenemos que olvidar que Él es el dueño de la plata y el
oro, tu puedes buscar que darle a Dios, pero a la vez tienes que
entender que Él es el dueño de todo, pero hay algo que es lo único que
tu puedes darle y que nace de un corazón agradecido y esto es la
alabanza y adoración pronunciada en el canto.
Cuando tu le das tu canto al Señor y
además de eso reconoces su grandeza y reconoces su poder, entonces ahí
Dios es agradado y por ende ese canto llega a su presencia como un olor
fragante.
Amigo, te invito a que cada día nuestra
vida denote un canto al Señor, que pese a las dificultades que la vida
presenta no te olvides de cantarle, puesto que en el canto hay multitud
de milagros, tu puedes estar amedrentado, pero el canto te ayudará a ser
fortalecido, tu puedes estar pasando la peor crisis de tu vida, pero el
canto te llevará a ser liberado de todo peso, sin duda el canto
verdadero solo nacerá de un corazón agradecido.
Tu puedes sentirte muy mal, pero
el canto a Dios te hará recordar lo bueno que EÉ ha hecho en tu vida y
lo Poderoso que es para seguir obrando en ti.
Autor: Enrique Monterroza
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