»Yo soy el Dios todopoderoso; tú me criticaste y desafiaste, ahora respóndeme». Y Job le respondió: «¿Qué podría responderte si soy tan poca cosa? Ya he hablado más de la cuenta, y no voy a insistir. Prefiero quedarme callado».
Job 40:1-5 (Traducción en lenguaje actual)
A mí me pasa, no se a ustedes, pero en
momentos en los que no veo claro algunas situaciones y en donde pareciera
que las cosas se me escapan de las manos, he cuestionado a Dios.
¿Cuántos le hemos preguntado a Dios el porqué de alguna situación?
Yo reconozco que en ocasiones he
cuestionado a Dios, preguntándole porque permite eso o aquello, porque
me pasa esto o lo otro, porque no me está yendo bien o por lo menos como
yo quisiera y tantas preguntas parecidas.
La verdad es que somos así, cuestionamos
por todo, queremos saber todo, queremos entender todo, pero la verdad
es que hay cosas que no entenderemos, hasta que Dios escriba el capítulo
para el cual todo lo que anteriormente has pasado, tenga un sentido.
La mayoría de nosotros queremos conocer el final
de la historia, sin antes pasar por el inicio o por la mitad de la
historia o por las tres cuartas partes de la historia. Pero para
hallarle sentido a toda la historia tendremos que iniciarla, vivirla y
terminarla, para que luego comprendamos el objetivo que llevaba todo
esto.
Las últimas semanas había estado pasando por situaciones incomprensibles, situaciones que aunque yo no quisiera
me robaban la paz. Cosas que no entendía y que venían una tras otra,
parecía que todos los males que no me habían venido en toda mi vida, me comenzaron a venir en un solo paquete.
Yo soy una persona común como cualquier
otro, no tengo una súper ultra fe que me permita siempre creer en que
todo estará bien, no, también paso por mis momentos en los que me
pregunto cómo me ira, como terminará la historia o las que pienso que no
podré hacer nada por cambiar los resultados que estoy obteniendo.
Sin embargo, a pesar que mi poca fe
muchas veces me hace dudar, después de unos cuantos minutos, siempre
llego a la misma conclusión: “Dios cuida de mi, Él tiene todo en control, sólo debo de confiar y descansar en Él”.
A veces tardo más en cuestionar las cosas que me están pasando, que en llegar y pedirle perdón a Dios y decirle: “No importa lo que pase, mi confianza está en ti”.
Y es que no vamos a negar que todos nosotros tenemos momentos como esos, momentos impulsivos al ver los resultados que estamos viviendo, que nos hace pensar sobre: ¿Dónde está Dios en medio de todo esto?
Y es que a veces también tratamos a
Dios, como que si Él estuviera obligado a que todo en la vida nos vaya
bien o que no tendría que venir ningún problema sobre nuestra vida, o
que todo tiene que ser siempre perfecto.
Pero yo te pregunto: ¿Cuál ha sido el resultado después de pasar unas experiencias difíciles y en donde Dios te ha ayudado?, seguramente el resultado ha sido: Madurez espiritual y sobre todo, tu FE se ha fortalecido más.
Y es que viviendo esos momentos es en
donde realmente ponemos en práctica lo que gritamos a los cuatro
vientos, es allí en esos momentos de dificultad en donde realmente
demostraremos quienes somos en el Señor.
A pesar que estas últimas semanas personalmente habían sido muy difíciles he visto la MANO MILAGROSA DE DIOS
en todo, me sorprende la forma como Él actúa, pero sobre todo, me
sorprende saber que Dios puede utilizar cualquier medio o cualquier
persona independientemente si creen o no en los propósitos perfectos de
Dios, para bendecir nuestra vida.
He llorado viendo como Dios hace cosas
maravillosas, ver como lo que se considera perdido, es rescatado, ver
como lo que para mí no tiene solución, Él le da una solución y mejor de
lo que yo pensé.
¿Sabes?, a pesar que en ocasión me
pregunto el por qué de esto o de aquello, dentro de mi corazón siempre
existe algo que siempre me dice: “Ya veras, al final todo terminará bien”.
Estoy seguro que eso que me hace
tranquilizarme en los momentos en donde más mal me siento, es el
Espíritu Santo de Dios, recordándome lo mucho que valgo para Dios y lo
perfecto que es Él para actuar en nuestras vidas.
Hoy mientras venia a la oficina en mi
vehículo, mis lágrimas salían de mis ojos, no porque me sintiera triste o
mal, sino porque una vez más Dios hace algo en mi vida de lo cual yo
quizá había cuestionado. Me quebranta su presencia, y sobre todo el
hecho de que a pesar de ver su mano poderosa en muchas ocasiones, aun a
veces sigo dudando en las situaciones que en el futuro vendrán, pero Él
siempre me sorprende.
Querido amigo, querida amiga, no sé qué
momento estés pasando en estos días, quizá has cuestionado todo lo que
has estado viviendo, no le encuentras un sentido, y tras una situación
difícil viene otra; más con toda convicción yo te puedo decir: “¡Tranquilo, tranquila, Dios te va a sorprender!”
El último capítulo de esa historia que
estas experimentando aun no se escribe y Dios es el mejor escritor que
pueda existir, sus finales son espectaculares y siempre llevan un
objetivo específico, estoy seguro que tu último capítulo será mejor de
lo que pensaste, porque Dios así lo ha de tener pensado en su guión,
cuando eso ocurra tendrás una mezcla de sonrisa y llanto, sonrisa porque Dios nuevamente te sorprendió y llanto porque te conmoverá su fidelidad sobre tu vida.
Dios me sorprende cada día, y eso hace
que cada día me enamore más de Él, no prometo que nunca más dudaré de
algo que me pase, porque casi estoy seguro que volveré a dudar tarde o
temprano, pero lo que si jamás dudaré y estoy seguro que Dios no lo
duda, es que LO AMO CON TODO MI CORAZON, Él es la razón de mi existir, el que le dió un verdadero sentido a mi vida, el que me ha bendecido más de lo que un día me imaginé o pensé merecer, ese es mi Dios, que cada día me sorprende.
No cuestiones, porque al final terminarás diciendo: “Señor, tú lo tenías todo escrito”.
Estoy seguro que Dios te sorprenderá en
estos días, solamente sigue creyendo y seguí confiando, aun cuando haya
poca fe, esa poca fe alcanzará para ver unos milagros extraordinarios en tu vida y cuando eso ocurra, esa poca fe, será fortalecida y dará a luz a muchas bendiciones.
¡Dios te sorprenderá!
“Entonces Job le respondió a Dios: «Reconozco tu gran poder; nadie puede impedirte llevar a cabo tus planes. Tú preguntas quién soy yo, que siendo un ignorante he puesto en duda tu sabiduría. Reconozco que he dicho cosas que no alcanzo a comprender, cosas que son maravillosas y que en realidad no conozco.»Tú dijiste: “Ahora yo voy a hablar, y tú me vas a escuchar”.»Lo que antes sabía de ti era lo que me habían contado, pero ahora mis ojos te han visto, y he llegado a conocerte. Así que retiro lo dicho, y te ruego me perdones»”.
Job 42:1-6 (Traducción en lenguaje actual)
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