Las 95 Tesis


El 31 de Octubre de 1517 apareció clavado en la puerta de la Catedral del Castillo en Wittemberg un anuncio escrito en latín que decía: “Por amor a la verdad y en el afán de sacarla a la luz, se discutirán en Wittemberg las siguientes proposiciones bajo la presidencia del Reverendo Padre Martín Lutero, maestro en Artes y en Sagrada Escritura y profesor ordinario de esta última disciplina en esa localidad. Por tal razón, ruega que los que no puedan estar presentes y debatir oralmente con nosotros, lo hagan, aunque ausentes, por escrito. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.” Inmediatamente después aparecían noventa y cinco tesis o proposiciones contra la venta de indulgencias.

En ese momento nadie hubiese podido vaticinar el enorme impacto que ese documento habría der producir. Gracias a la imprenta, inventada unos años antes, las noventa y cinco tesis fueron publicadas en varios idiomas y leídas por toda Europa. Preciso es señalar que Lutero no pretendía crear ninguna división en el seno de la iglesia. En ese punto de la historia él estaba convencido de que el Papa ignoraba el abuso que los predicadores de indulgencias cometían en Alemania. He aquí algunas de sus tesis:

(21) “Se equivocan aquellos predicadores de indulgencias que afirman que el hombre es absuelto a la vez que salvo de toda pena, a causa de las indulgencias del Papa.”
(36) “Cualquier cristiano que en forma verdadera esté arrepentido, tiene derecho al perdón total de la pena y de la culpa, aun sin carta de indulgencias.”
(50) “Es preciso enseñar a los cristianos, que si el Papa supiese el robo y el engaño de los predicadores de las indulgencias, antes preferiría que la Basílica de San Pedro fuese quemada o reducida a escombros, que verla construida con la piel, carne y hueso de sus ovejas.”
(53) “Son enemigos del Papa y de Jesucristo los que prohiben la predicación de la Palabra porque se opone a las indulgencias.”
(62) “El único tesoro verdadero de la iglesia es el evangelio santísimo de la gloria y gracia de Dios.”
(66) “Los tesoros de las indulgencias son redes con las cuales ahora se pescan las riquezas de los hombres.” (Pueden leer aquí el documento completo).
Ese mismo día Lutero envió un ejemplar de sus tesis al arzobispo de Magdeburgo, pidiéndole que reprendiera a los predicadores de indulgencias, ignorando que este hombre recibía el 50 % de las ganancias. Lutero, sin saberlo, había desatado una tormenta que cambiaría para siempre la faz de Europa y el mundo.
© Por Sugel Michelén. Todo pensamiento cautivo.

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