¿No puedes dormir porque te preocupa tu situación profesional y financiera?
Ese era el caso de David, un hombre de negocios de mediana edad que
siempre le decía a la gente que haría esto o aquello en su negocio de
relaciones públicas; siempre era algo que de seguro le daría más
dinero. Días tras día, sin embargo, las cosas nunca pasaban según su
predicción y se sentía un fracaso. Al final, su negocio fue a la
bancarrota.
En aquel entonces, estaba devastado, pensando que nunca lograría recuperarme en las finanzas, dijo Bill. Me sentía desesperado.
No
obstante, recuperó la independencia financiera. A decir verdad, David
llegó a tener un enorme éxito en el mundo de los negocios. Acredita su
nuevo éxito a tener a Dios como su socio comercial.
Me encanta la gente, dijo. Pero antes, trataba de cubrir mi
presupuesto con las matemáticas, que nunca me gustaron mucho en la
escuela. Nos sorprende que tuviera que luchar tanto en mi trabajo.
Al mirar atrás, David dice que quedarse en la quiebra fue lo mejor
que le sucedió. Le hizo cambiar de actitud. Comenzó a confiar en Dios.
Antes, temía correr riesgos… probar nuevas cosas, explicó. Ahora, si
algo no da resultado en mi negocio, no lo miro como un fracaso. Lo veo
como una oportunidad de probar otra cosa.
Si tenemos mucha dificultad en cubrir nuestro presupuesto, podemos
revisar nuestra situación y pensar en formas de cambiar, como lo hizo
Bill. Podemos encontrar un trabajo que nos guste. Al hacer todo lo que
podamos en nuestro trabajo, siendo lo mejor posible, podemos disfrutar
la vida que Dios designó de forma especial para nosotros.
Más bien, debieran decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora se jactan en sus fanfarronerías. Toda esta jactancia es mala. (Santiago 4:15-16)
Fuente: A través de la noche con Dios, Editorial Unilit.
Fuente: www.renuevodeplenitud.com
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