El anciano Jacob no podía estar más
tiempo con José, porque había llegado la hora de su muerte. Sin embargo,
se separó de su hijo sin temor, porque podía decir confiadamente: «Dios
será con vosotros». Cuando los miembros más queridos de nuestra
familia, o nuestros más útiles amigos son llamados por la muerte,
debemos consolarnos con el pensamiento de que Dios no nos ha dejado,
sino que vive y permanece con nosotros para siempre.
Si
Dios está con nosotros, tenemos buena compañía, aunque seamos pobres y
despreciados. Si Dios está con nosotros, tendremos fuerzas suficientes,
porque para el Señor nada hay difícil. Si Dios está con nosotros,
viviremos seguros y confiados, porque nadie puede perjudicar a los que
viven bajo su sombra. ¡Qué gran motivo de gozo!
No sólo está Dios con nosotros, sino que
estará con nosotros, individualmente, con nuestras familias y con
nosotros como Iglesia. ¿El nombre de Jesús, no es Enmanuel, Dios con
nosotros? ¿Y no es esto el bien supremo? Seamos valerosos y diligentes y
vivamos en una gozosa esperanza. Nuestra causa debe prosperar; la
verdad tiene que triunfar, porque el Señor está con los que están con
Él.
Que todo creyente que lea este Libro de
Cheques del Banco de la Fe disfrute de esta dulce palabra todo el día.
No es posible mayor felicidad.
Señor Gracias por la seguridad que nos das de estar a nuestro lado y sostenernos con tu mano poderosa. Amén.
Por: Charles Spurgeon
Fuente: www.renuevodeplenitud.com
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