Si estás triste por algo, piensa cómo puedes llevarle alegría a otro, luego juntos podrán compartir la alegría.
Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. (Salmo 30:11)
Alegría pusiste en mi corazón, mayor que la de ellos cuando abundan su grano y su mosto. (Salmos 4:7)
Entonces tanto los cantores como los flautistas, dirán: En ti están todas mis fuentes de gozo. (Salmos 87:7)
tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar; (Eclesiastés 3:4)
Gozaos con los que se gozan y llorad con los que lloran. (Romanos 12:15)
Entonces nuestra boca se llenó de risa, y nuestra lengua de gritos de alegría; entonces dijeron entre las naciones: Grandes cosas ha hecho el SEÑOR con ellos. (Salmos 126:2)
Comparte tu felicidad con otros, verás que es contagiosa…
Fuente: www.renuevodeplenitud.com
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