¿Cual es su riqueza más preciada?
Lucas 12:15 (NVI) ¡Tengan cuidado! —advirtió a la gente—. Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no consiste en la abundancia de sus bienes.
El concepto verdadero de riqueza no es la abundancia de bienes, sino
la capacidad de disfrutar de lo que se tiene.
Todo mundo anhela
riquezas materiales, pero en realidad son las que menos se necesitan, y
la mayoría de personas, lamentablemente no lo entienden.
Viven atrapadas
en sus deseos de poseer y disfrutar cosas materiales y placeres
temporales.
¡Rico no es el que más tiene, sino el que menos necesita!
Mateo 6:19 "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el
orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros
en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones
no minan ni hurtan
".
Dios nos instruye y nos advierte acerca de las
consecuencias de hacer tesoros en la tierra, o sea llenarse de bienes
materiales, que te pueden alejar de los propósitos de Dios.
Dentro del
exceso de bienes y de placeres está escondido un gran fracaso que puede
destruir tu vida espiritual y tu familia.
La instrucción para
defendernos de la tentación a hacer tesoros en la tierra, es: hacer
tesoros en el cielo.
¿Cómo
hacemos tesoros en el cielo?
Los tesoros en el cielo se hacen
primeramente con la obediencia a la Palabra de Dios.
En segundo lugar
amando a las personas a nuestro alrededor comenzando por la esposa o
esposo y luego los hijos según el orden de Dios.
Y en tercer lugar
siendo generosos, sembrando en otros.
Hacer tesoros en el cielo es
aportar a los propósitos de Dios en la tierra como fortalecer las
Iglesias y apoyar ministerios que producen bienestar a los hijos de
Dios, especialmente aquellos que suplen necesidades espirituales,
emocionales y económicas.
El Tesoro más valioso que poseemos en esta tierra es nuestra
familia.
Si cuidamos y sembramos en este tesoro, seremos inmensamente
ricos.
Todas las enseñanzas bíblicas están orientadas a desarrollar el
amor como estilo de vida.
Si somos obedientes a las enseñanzas bíblicas
respecto al matrimonio y la familia, seremos extraordinariamente
ricos.
La riqueza más grande y más hermosa que podemos tener es
aquella que nos permite disfrutar de una familia saludable; que a pesar
de las luchas y las dificultades de la vida, mantenemos una relación de
amor y unidad con las personas más queridas.
No hay placer más maravilloso en esta tierra que disfrutar y pasar
buenos tiempos con nuestra familia.
Disfrutar tiempo de calidad con
nuestra pareja y con nuestros hijos es un hábito que enriquece la
vida.
Invierta en su familia tiempo, amor, consideración, perdón,
paciencia y apoyo.
Y será inmensamente rico.
Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado.
Cuídalo!
Por: Luis y Hannia Fernandez
Fuente: www.renuevodeplenitud.com
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