Rompiendo La Esclavitud De Las Deudas

Me levanté en un hogar donde todo se adquiría a través del crédito. 

Cada semana llegaba alguien a la puerta de mi casa cobrando algo. 

Era una situación angustiosa el escuchar:  No tengo hoy para pagar y luego de esto, escuchar amenazas por parte de los acreedores.

Los años pasaron y en ese ambiente me dejé envolver, pues en mi etapa de joven, teniendo ya un trabajo, comencé a adquirir mis cosas personales a crédito.  

Cada fin de mes no tenía satisfacción al recibir mi sueldo pues al hacer las cuentas todo se iba en pagar lo que había comprado a crédito y no podía disfrutar de mi sueldo para otras cosas.

Me casé con un hombre que no tenía esta posición y que venía de un hogar donde no se le debía a nadie.

Por supuesto esto generó entre nosotros conflictos que nos quitaban la paz.

Un día gracias a Dios pude romper con esa esclavitud de la deuda pues junto con mi esposo nos sentamos e hicimos un presupuesto y organizamos nuestras entradas y salidas.

Además otro aspecto que ha funcionado en nuestro matrimonio ha sido el ahorro.  

Aunque sea algo significativo necesitamos comenzar a formar el hábito de ahorrar y pensar en el futuro.

Tenemos la mente de Cristo y podemos ser sabios en la administración de nuestras posesiones, y poder decir NO a aquellas compras impulsivas, preguntarnos si lo que deseamos es necesario, si puedo vivir sin ello,  y no caer en la trampa del consumismo, haciendo mal uso de las tarjetas de crédito.

La Biblia dice: Del Señor es la tierra y Su plenitud, el mundo y los que en él habitan, entonces nada es nuestro y no tenemos que ser esclavos las deudas queriendo adquirir cosas y más cosas.  

Recordemos que vinimos a este mundo sin nada y volveremos a la tierra de donde fuimos sacados, sin nada.

Dios  ha prometido suplir todas nuestras necesidades conforme a Sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

Por lo tanto rompamos con esa esclavitud de las deudas y vivamos una vida de paz y tranquilidad sin deberle a nadie nada.

CÓMO ROMPER CON LA ESCLAVITUD DE LAS DEUDAS.
  • En primer lugar tienes que desear ser libre de esa esclavitud y buscar la ayuda.  Acude a Dios quien tiene todas las respuestas para todas las situaciones difíciles de la vida.
El mismo nos dice:  Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces. (Jeremías 33:3)

Jesús dijo:  Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.  (Juan 8:32)
  • Busca personas especializadas en ayudar para hacer presupuestos y guiar en el buen manejo del dinero.  En la multitud de consejeros está la victoria. (Proverbios 24:6)
  • Decide cancelar todas tus deudas, aunque sea poco a poco y en la medida en que das ese paso, podrás ver el milagro de Dios llevándote a la  solvencia económica.
  • No compres nada que realmente no necesites, y si es algo que es necesario,  no lo adquieras a crédito, comienza a ahorrar y cuando tengas el dinero, lánzate en esa adquisición.
  • Comienza a practicar la disciplina del ahorro.
  • Da al pobre lo que puedas.
  • Vive tu vida en paz y tranquilidad.
Dios te bendiga y te ayude a salir de la esclavitud de las deudas.

No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley. (Romanos 13:8)

Su hermana y amiga,

Alva Vargas de Contreras.

Fuente: www.renuevodeplenitud.com

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