Dominguero: dícese de una persona que se hace llamar cristiano;
ora cuando necesita un milagro; domina con destreza el vocablo
evangélico, recitan versículos bíblicos; tienen unos cuantos
testimonios, pero su vida cristiana está limitada a visitar su iglesia, solo los domingos. “Dominguero”
Están en todas las iglesias.
Tienen Biblia. Dan ofrendas. Levantan sus
manos y cantan los coritos junto a los hermanos.
Oyen música cristiana y
conocen lo suficiente, como para no despertar sospechas entre los
miembros de la congregación.
Ah y no necesariamente son malos, pues
muchos de ellos son buenas personas.
A todos ellos les avisamos, que cristianismo dominguero no alcanza.
Vivimos tiempos peligrosos. Tiempos de tinieblas.
Tiempos cuando es más
atractiva la maldad, que vivir en santidad.
Y no es que tengamos que ir
todos los días a la iglesia, pero el evangelio es para vivirlo los 7
días de la semana, si queremos sus beneficios.
Un solo día representa el
14% (aunque en realidad son sólo dos horas del domingo)
En otras
palabras, el dominguero le da a Dios sólo el 14% de un 100% de su
semana. Y con 14% no alcanza.
Vamos domingueros, reprendamos el conformismo, dejemos la tibieza y renunciemos al engaño, el Señor te da mucho todos los días.
Dios es Dios de toda la semana.
Por Gerson Morey
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