
Yo he escuchado cada palabra, he secado cada
lágrima y he visto cada noche
como con todas tus fuerzas quieres que haga algo, es por ese mismo
motivo que hoy he venido hasta aquí. Sonríe, vine a ayudarte.
Hijo/a Mio/a sé que la innegable velocidad
de este mundo ha hecho que te afanes y que no puedas ver la salida a
todas las situaciones difíciles que has vivido.
No me he cruzado de
brazos como tú por momentos has creído y me has dicho gritando en medio
de tu desespero en amargas e interminables
noches; ¡no!, Yo he estado ahí en cada instante, en cada momento y para
cada situación he puesto una solución; sin embargo, en medio de tu
anhelo, comprensible, por solucionar a como dé lugar tu difícil
situación, no has visto esa solución y has tomado decisiones
erradas.
No te juzgo, en absoluto, por cometer errores; porque YO Jesús
de Nazaret, comprendo perfectamente cómo se siente la angustia y el
dolor.
Recuerda que hace más de 2000 años Yo estuve aquí por ti, dando
Mi Vida por ti, por Amor a ti, y sentí lo que es anhelar que las cosas
pasen; pero confié en el Magnífico Propósito de Mi Padre y luché hasta
el final para que hoy tu y Yo pudiéramos estar hablando
libremente y poder estar tan cerca de ti para consolarte.
No digas que
Yo no he estado aquí y que ya no me preocupo por ti; por el contrario,
me he preocupado por cada paso tuyo, por cada proyecto, por cada inicio y
cada final, por cada amanecer y cada anochecer, es por ese motivo que
estoy aquí, vine a consolarte.
No te juzgues tan duramente, porque
creed en que Yo no lo hago.
Muchas veces mientras vivas te equivocarás y
serás lastimado/a, pero eso no significa que estés haciendo algo mal, significa que es la forma de aprender
a tener carácter, el mismo que Yo quiero formar en ti.
Solo
aprendiendo, puedes enseñar a quienes un día necesiten de Mí y quiera
usarte a ti para que les hables de Quien Soy Yo y que he hecho en
tu vida.
No pienses que me alegra verte sufriendo y tristemente
agobiada, creed en que mi dolor es mucho más profundo que el tuyo
propio, porque Yo Con Amor Eterno te he Amado y cada vez que escucho tus lágrimas, Mi Mano llega hasta tu rostro para secarlas y darte fuerza para continuar.
He de decirte que aprender
cuesta, tener carácter cuesta y sobretodo, lo que tú has pedido en
muchas de tus oraciones a Mí, Pasar por el fuego, cuesta mucho más.
Recuerda que el Oro para ser limpiado completamente de toda impureza es
pasado por el fuego a altas temperaturas y al salir brilla con tal resplandor
y se ve tan firme que se puede decir que ha sido limpiado
completamente, Yo quiero ese mismo proceso para ti.
Es necesario
entonces que pases por el fuego, pero no temas porque Yo estaré contigo donde quiera que vayas, y si pasas por las aguas no te ahogarás, si pasas por el fuego no te quemarás porque Yo estoy contigo donde quiera que vayas.
No tengas miedo, Yo soy Tú Dios quien te sostiene y te ayuda a seguir adelante.
Por más
difíciles que parezcan tus problemas, por más lejos que veas la solución
o por más afán que tenga este mundo, recuerda que Yo he vencido al mundo y si Yo estoy contigo, ¿Quién estará en tu contra? Confía
y Yo haré, creed y pasará, luchad y se cumplirá; pero sobretodo, Orad y
Orad con voz de guerra que Yo estaré respaldándote.
No dudes en ningún momento que Yo he estado a tu lado, hoy amado/a mio/a te lo digo sentado a tu lado, Yo Te Amo con Amor Eterno y Mi Amor nunca dejará de ser.
Hoy, especialmente hoy he venido para
decirte que no estás solo/a, que Yo estoy aquí para escucharte, abrazarte,
amarte y ayudarte a dar cada paso, a sobrellevar cada situación y a
darte la victoria sobre eso en lo que necesitas ser más que un vencedor.
Yo soy Jesús de Nazaret, Tu Rey, Tu
Dios, Tu Amigo, Tu Ayudador y quien te sostiene en cada instante de tu
vida.
Hoy estoy aquí sentado a tu lado para mostrarte que estás
equivocado/a al pensar que por momentos tus oraciones no llegan hasta mí;
por el contrario, cada oración, cada súplica, cada ayuno ha llegado
hasta Mi Presencia y por cada situación he respondido.
Hoy estoy aquí en respuesta a tu
incansable petición de sentirme cerca de ti, vine para mostrarte que
estoy más cerca de tus oraciones y de tus peticiones de lo que tú crees.
Vine para hacerte sentir y ver que Yo Soy Tu Dios y que no estás solo/a,
Yo estoy contigo.
He de decirte algo, hijo/a mio/a. Yo no me he apartado de tu lado
ni un solo segundo, cuando tú te has sentido solo/a, es porque tu
decidiste alejarte de mí y seguir tu camino solo/a, sin mi ayuda.
No
imaginas cuanto me duele eso, pero no pasaré sobre tu libre albedrío, no
te retendré; más buscaré atraerte siempre con mis lazos de amor
y lograr que te acerques de nuevo a mí.
Yo he querido mostrarte cosas
maravillosas, pero en ese justo momento, tú decides irte sin decirme el
por qué, decides alejarte, mientras que Yo espero pacientemente para
mostrarte lo que desde hace mucho has esperado ver.
Vine para decirte que Te Amo y para pedirte que no te alejes de mí, porque Yo Jesús de Nazaret, quiero que estés a mi lado, quiero mostrarte muchas cosas más y utilizarte como siempre has esperado ser utilizado/a. No te alejes de mí, porque fuera de mí, nada hay.
Hijo/a escuchas estas palabras, antes de
dejar este lugar, pero nunca tu vida.
Yo Soy el que Soy, Yo Soy tu Dios
quien te manda que te esfuerces y seas valiente, no temas ni desmayes
porque Yo estaré contigo donde quiera que vayas.
Con Amor eterno te he
amado y siempre he estado a tu lado.
Vine para que escucharas mi voz y para
que sintieras en cuerpo, alma y espíritu que Yo estoy aquí contigo y
cada vez que me necesites, aquí estaré.
Vine para darte un abrazo, para
consolarte en mis brazos y para que descargues en mí todo aquello que te
ha mantenido turbado/a durante tanto tiempo.
Vine para algo especial,
porque quería hablar contigo y hacerte sentir realmente amado/a.
Yo,
escúchalo muy bien, Yo Tu Dios, TE AMO, y Yo estaré contigo siempre,
mientras tu así lo quieras.
No puedo despedirme sin antes cumplir aquello a lo que he venido a sentarme a tu lado.
Levanta tus manos, prepara tu corazón y cree en esto que te voy a decir:
YO JESÚS DE NAZARET TE DOY LA
VICTORIA QUE HAS ESPERADO TENER HACE MUCHO TIEMPO, YO EL REY DE REYES Y
SEÑOR DE SEÑORES TE DOY LA FUERZA PARA SEGUIR LUCHANDO. TE DECLARO MIO/A Y
MIO/A SERÁS POR SIEMPRE. TE DOY LA UNCIÓN Y EL FUEGO PARA ENFRENTAR LO
QUE NECESITAS ENFRENTAR. TUS PROBLEMAS SE SOLUCIONARÁN, TU DOLOR CESARÁ.
TE DOY PAZ Y TRANQUILIDAD Y HAGO CADA COSA EN TI, NUEVA. RESTAURO TU
CORAZÓN Y SANO CADA UNA DE TUS HERIDAS. SOPLO SOBRE TI NUEVO ALIENTO DE
VIDA Y COLOCO EN TI UN NUEVO AVIVAMIENTO. ERES EN ESTE MISMO INSTANTE
SANO/A. A PARTIR DE HOY SERÁS ALGUIEN DIFERENTE Y CAMINARÁS SEGURO DE QUE
YO, TU DIOS, ESTOY CONTIGO DONDE QUIERA QUE VAYAS. BENDICIONES, MUCHAS
BENDICIONES. AMEN, AMEN Y AMEN.
“Yo he oído tu oración y tu ruego que has hecho en mi presencia. (1º Reyes 9:3)
Autor: Juan Carlos Vidal
No hay comentarios:
Publicar un comentario