Dios tiene el control de todo

 

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. (Romanos 8:28)

Un día me llevé una sorpresa desagradable, el sitio principal de nuestro Ministerio estaba suspendido, ya en otra ocasión había pasado lo mismo y enviando un mensaje al soporte técnico de la empresa que me presta el servicio había sido solucionado ya que se trataba de un error.

Eran las 11      

Envié nuevamente un mensaje al soporte técnico para que me solucionaran el inconveniente a la mayor brevedad, la sorpresa fue que me contestaron a los 45 minutos para decirme que me habían suspendido el sitio debido a la sobrecarga de recursos, para traducirte un poco: la demasiada cantidad de visitas estaba haciendo que los recursos del servidor en donde está alojado mi sitio se estuvieran sobrecargando y por ende podría estar afectando en lentitud o caídas a los otros sitios que están alojados en el mismo servidor y que no son míos.

Para ser sincero sentí que se me fue el corazón, todo el trabajo de mucho tiempo se había perdido, porque la empresa había bloqueado todo, no podía ni siquiera entrar a mi panel de control, no podía hacer absolutamente nada. 

Me sentí incapaz y a la vez vino dentro de mi corazón una inquietud, a lo que nosotros le llamamos: un corazón turbado.

La verdad no sabía que hacer, ¿Imagínate? La demasiada cantidad de visitas habían causado que la empresa que me provee el servicio me suspendiera, aun cuando ese contrato lo tengo hasta para el 2012 que por cierto es un regalo de una hermana mexicana que me hizo en el 2007 debido a la bendición que ella había recibido a través de nuestro primer espacio en Internet.

Por la tarde envié otro correo al soporte técnico para que me ayudaran y me dieran pautas para solucionar el inconveniente, ellos me enviaron un correo diciéndome en pocas palabras que pronto necesitaría un servidor dedicado, es decir, un servidor en donde sólo esté alojado mi sitio, pero eso no es regalado, cuesta aproximadamente entre 100 y 150 dólares mensuales y en lo mejor de los servidores hasta $ 300 mensuales. Sinceramente me puse a pensar de lo difícil que sería mantener el sitio cancelando esas cantidades de dinero mensualmente, mi presupuesto mensual actualmente está limitado, pero fue ahí en donde Dios aparece como un Salvador, en esos momentos en los que no encuentras como hacer humanamente, siempre Dios es el Salvador de todo.

No se cómo, no se que pasó, pero un técnico de dicha empresa me envió un correo para tratar de solucionar los inconvenientes, pero a la vez me mandó un ultimátum que si no funcionaban entonces me suspenderían nuevamente. 

Pasé dos horas completas quitando cosas de mis sitios para evitar el gasto innecesario de recursos, al finalizar la optimización les dije que esperaba una respuesta favorable y que por favor me permitieran seguir trabajando de la misma manera.

El resultado fue que actualmente siguen en línea los dos sitios, se supone que me aprobaron las modificación porque no me lo han suspendido, pero veo la cercana necesidad de migrar los sitios a un servidor dedicado, porque se la bendición que son y lo mucho que se perdería dejándolos suspendidos. Es por esa razón que creo fielmente que Dios tiene el control de todo, que aunque el enemigo quiera destruir el trabajo de amor para los santos no podrá, porque mayor es el que está conmigo que el que está en el mundo.

Hay momentos en donde el enemigo querrá ponerte todo en contra, esos momentos en donde tu corazón se turba y no encuentra como solucionar las cosas, pero es ahí en donde el poder y la gracia de Dios actúa para dar los resultados que un hijo de Dios se merece.

No se si en algún momento me suspenderán nuevamente, pero lo que si se, es que sea como sea, esos sitios permanecerán en línea porque no nacieron en el corazón humano, sino en la voluntad perfecta de Dios, han bendecido miles de vidas y lo seguirán haciendo. Nada más te pido que me ayudes a orar para que Dios tome el control de todo y que los sitios siempre permanezcan en línea, que Dios siga obrando porque este Ministerio no pertenece a un humano, este Ministerio es de Dios y la gloria, la honra y la alabanza siempre se la llevará El.

Amigo mío, el enemigo tratará por todos los medios posibles de desanimar tu trabajo en el Señor, pero no te detengas, que esas situaciones nada más sean una razón más para darle guerra y más guerra porque tu eres más que VENCEDOR.




Autor: Enrique Monterroza

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