¿Te ha pasado que a veces vamos por la
vida y de pronto te das cuenta que has dejado a Dios a un lado?, no
hablo de irte de tu Iglesia, no hablo de andar en pecado, sino que hablo
de esas veces que aun, en esas sillas de la Iglesia, aun con una vida
queriéndose apartar del pecado, nos olvidamos de Él.
Y es que también podemos estar haciendo cosas para Dios, pero no tener
una relación real con Él. Pueda que tú estés sirviendo a Dios, pero sin
Dios. Me refiero a esas veces que todo se convierte en una rutina, en la
cual olvidamos que también somos seres espirituales, es decir que hay
una necesidad profunda en nuestra vida de Dios.
A mí me ha pasado, momentos en los que
me encuentro en mi casa y de pronto reacciono y me digo a mi mismo:
“¿Qué estoy haciendo?”, esos momentos en donde te das cuenta que te has
olvidado de Dios, de mantener esos tiempos de refrigerio con Él, en
donde olvidamos el propósito por el cual estamos acá dejándonos llevar
por cosas vanas, cosas que no durarán toda la vida, pero que por alguna
razón capturan nuestra atención.
A veces tenemos que hacer un alto en
nuestra vida tan agitada, a veces estamos tan afanados en la monotonía
de la vida y se nos olvida realmente lo que Dios ha sido para nosotros.
Personalmente tengo una
necesidad profunda de Dios, cada día que despierto me doy cuenta lo
necesitado que estoy de Él. A veces cuando reacciono de una forma que no
tendría que reaccionar me doy cuenta que necesito más de Él. A veces
cuando piensos cosas que no tendría que andar pensando me doy cuenta que
necesito más y más de Él. A veces cuando actúo de formas equivocadas me
doy cuenta que no he avanzado tanto como a veces creo.
Y es que muchos podemos caer en el error de creer que ya alcanzamos todo, pero la realidad es que TODOS los días debemos tener la Necesidad de Dios y de que cambie muchas áreas de nuestra vida.
Yo se que tu también tienes una
necesidad de Dios profunda, porque somos hechos todos a su imagen y
conforme a su semejanza, por tal razón, traemos incluida la necesidad de
Dios en nuestra vida.
Yo sé que muchos de los que
ahora me leen, vinieron a este lugar porque tienen la necesidad que Dios
les hable, quieres que Dios te de una Palabra especial para tu vida que
cambie algo dentro de ti y te impulse a ser determinado a la hora de
buscarlo.
Hoy quiero decirte que Dios está
todos los días dispuesto a encontrarse con nosotros, que solo basta con
cerrar nuestros ojos, olvidarnos de todo nuestro alrededor, disponer
nuestro corazón y dejar que Él ministre nuestra vida.
¿Tienes necesidad de un toque
suyo?, ¿Tienes necesidad de que Dios te hable?, ¿Tienes la necesidad de
que Dios transforme muchas áreas de tu vida?, esa necesidad Dios te la
puede saciar en esos momentos de intimidad que tú vas a tener con El.
Hoy te invito a que dediques
unos momentos para Dios, en tu oficina quizás, en tu casa a lo mejor,
pueda que en tu habitación o de camino a casa mientras vas manejando, no sé cómo será, pero ve, PORQUE MUY BIEN SABES QUE TIENES UNA ENORME NECESIDAD DE EL.
A veces tratamos de llenar esa
necesidad que tenemos de Dios con diferentes cosas, con situaciones,
personas, pasatiempos, trabajo y un sinfín de cosas que no logran llenar
esa necesidad.
Tu Necesidad Espiritual solo puede ser satisfecha en su Presencia.
¡Ve y sacia tu Necesidad de El!
"Dios mío, tú eres mi Dios.
Con ansias te busco
desde que amanece,
como quien busca una fuente
en el más ardiente desierto.
¡Quiero verte en tu santuario,
y contemplar tu poder y tu grandeza!
Más que vivir,
prefiero que me ames.
Te alabaré con mis labios.
¡Mientras viva te alabaré!
¡Alzaré mis manos para alabarte!
¡Con mis labios te alabaré
y daré gritos de alegría!
¡Eso me dejará más satisfecho
que la comida más deliciosa!
Me acuesto y me acuerdo de ti;
durante toda la noche
estás en mi pensamiento.
¡Tú eres quien me ayuda!
¡Soy feliz bajo tu protección!
¡A ti me entrego por completo,
porque tu gran poder es mi apoyo!"
Salmos 63:1-8 (Traducción en lenguaje actual)
Autor: Enrique Monterroza
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